Mis orígenes fueron en una cocina pilotada por mi abuela, con mi madre como copilota y toda una tropa de mujeres poderosas que en torno a un buen puchero se sostenían y se empoderaban para continuar, en la mayoría de ocasiones, con una vida carente de libertad.
Sonreír con los ojos
En los últimos meses he escuchado a más de una persona decir; "con todo esto de las mascarillas me van a salir más arrugas en los ojos esforzándome para que sepan que estoy sonriendo". Esto, sumado a que últimamente estoy trabajando muchos temas de comunicación con organizaciones, me ha hecho pensar mucho y es que los códigos de comunicación han cambiado en tiempo récord y lo debemos tener muy en cuenta.