Gente guapa, escribo este post con una sensación contradictoria y agridulce, en estos momentos de cambio e incertidumbre no paramos de hablar de Antropología en las organizaciones sin mencionarla, recordemos lo que no se menciona, ni se ve ni existe 🤔
Sinceramente, estaba preparando otro post pero hoy por la tarde he asistido telemáticamente a una mesa de diálogo y lo he visto clarinete.
Últimamente cada vez que me toca presentarme en una formación, digo que soy antropóloga y que aplico la disciplina en las organizaciones y con profesionales, mucha gente se sorprende 😯, otras les crea curiosidad 🧐 y me preguntan directamente en qué consiste y todas tras la explicación ven la lógica del motivo de la Antropología en las organizaciones.
Mucho se está hablando de que debemos hablar de PERSONAS y no de Recursos Humanos, mucho se está hablando de las emociones, y más ahora en el momento que nos encontramos, cuando al cabo del día podemos experimentar un torbellino de emociones contradictorias por el cambio de códigos conductuales 🧠 que estamos afrontando con esta pandemia.
Pero ¿Qué es lo que nos está cambiando con esta pandemia? Nos está cambiando la cultura, nos está cambiando la forma de comunicarnos, de relacionarnos, de establecer conexiones entre las personas y ¿De qué están formadas las organizaciones? De PERSONAS, gente, ha llegado el momento de integrar en nuestras organizaciones de una forma PROFESIONAL a la Antropología.
Cuando hablamos de observar, de agilidad, de gamificación, de introducir la nuevos métodos de trabajo y estrategias, de transformación cultural, de convivencia intergeneracional, estamos hablando en gran parte de Antropología y en España no es valorada como debiera.
Cuando me dicen; pero… ¿Ustedes estudiáis a indígenas, ceremonias y tribus no? Mi respuesta siempre es; y qué son las organizaciones sino tribus formadas por indígenas que hacen ceremonias…
Se entiende por indígena, habitante nativ@ de país, por tribu, agrupación o asociación social con política propia, integrada por personas que comparten características en común y responden a una jefatura y por ceremonia, acto/s de acuerdo a regla/s fijada/s por costumbre, ley o política.
Visto esto, las organizaciones son o no son tribus formadas por indígenas que hacen ceremonias, pensemos en cualquier acto público de una organización…
Somos muchas las personas que estamos apostando por visualizar el aporte de valor que ofrece la Antropología a las organizaciones y a las personas, entre ellos no me canso de mencionar a mis compas de Antropología 2.0 que han creado Umanyx, la primera escuela de ciencias sociales en España con epicentro en la Antropología.
El primer beneficio es que comprendemos los comportamientos y se eliminan estigmas y conflictos. Claro está, que esto no es un trabajo unilateral, se trata de un trabajo con equipos interdisciplinares es un trabajo colaborativo de hacer, rehacer y trabajar con las personas para las personas, una frase que ha sido en los últimos años, desde mi punto de vista prostituida.
Uff me he desahogado… El otro día presencié a un gran profesional diciendo que ahora mismo en las organizaciones lo más importante es observar y comunicarnos, pues aquí estamos para eso y para muuucho más!!
Hay muchas personas que actualmente están desorientadas, con poca motivación, con incertidumbre e incluso miedo y debemos parar, debemos generar espacios para trabajar conjuntamente, las cosas han cambiado y muchas de ellas no van a volver a ser como en la era pre-COVID o AC, como prefiráis, si no prestamos atención a estos momentos y nos paramos, chungo…
Y 👀 a la palabra PARAMOS, la gestión del tiempo es un mal endémico en muchas organizaciones, pero debemos atender a lo importante además de a lo urgente y nos convertimos en apagafuegos.
PROYECCIÓN, FOCO y ESTRATEGIA, como si fuéramos a hacer la foto de nuestra vida!!
Y nadie dijo que fuera fácil, pero han cambiado hasta los espacios de trabajo y la tendencia es consolidar un modelo híbrido que facilite la vida de nuestras tribus y para eso estamos, para eso está la Antropología.

Hasta aquí mi publicación visceral de hoy, os dejo la canción de mi querido grupo de Antílopez, cuánto me he divertido y reído con este par de monstruos, que se titula “No valen lo que quieren cobrar”, sí lleva ironía incorporada 😉
La foto es de mi viaje por Senegal y Gambia cuando conviví con una tribu, y sí, aquí también hay ironía.