Hace un mes estuve en Madrid, visité exposiciones, los barrios más castizos con lugares de “toda la vida”, barrios gentrificados, microteatros y múltiples “no lugares” como diría Marc Auge.
El denominador común de todo este gazpacho madrileño ha sido la creatividad, la identidad y su puesta en valor, a través de diferentes formas de expresión, pensamientos, ideologías, reivindicaciones, etc.
El conflicto, o más bien la toma de conciencia, llega al visitar una exposición sobre IA (Inteligencia Artificial), Big Data y robótica, algo que forma parte de nuestro día a día y que hemos integrado, asumido y naturalizado con una rapidez asombrosa.
Yo, que tanto me gusta un cara a cara, que apuesto por personalizar y defiendo la capacidad de creer, crear y tomar decisiones como algo individualizado y exclusivo de cada persona, voy y me topo robots que tienen la capacidad de crear, bien por imitación, bien por desarrollo de un estilo propio.
Dicen que es una utopía, pero l@s expert@s barajan la posibilidad de que la IA tenga intencionalidad creativa, concepción holística y capacidad de autoevaluación :-0
Está claro que el Big Data ha llegado a nuestra vida para no marcharse y que la IA es una realidad. Según el Foro Económico Mundial (WEF) el 65% de niños y niñas tendrán trabajos desconocidos hoy en día, algo que mi generación también ha presenciado, o acaso en el año 1980 se sabía qué era programar Java?
Llevamos un ritmo vertiginoso y nos encontramos en un entorno líquido que cambia continuamente, donde la obsolescencia está a la orden del día y la capacidad de adaptación es imprescindible.
El impacto de la transformación digital está en todos los ámbitos y también en el de la empleabilidad, esta semana @Fundaciontef publicó un Mapa de Empleo elaborado desde el Big Data, hoy he recibido una invitación por mail a unas jornadas para hablar con naturalidad de la IA en entornos laborales, hablamos de metodología Lean en la que se aplican programas que mejoran la eficacia y la eficiencia de las empresas, etc.
Este impacto también está presente en empresas de cualquier sector, incluso del sector social. Estamos experimentando una transformación cultural, en nuestros hábitos, en nuestra manera de relacionarnos y hay COEXISTENCIA lo que TENEMOS QUE CONSEGUIR ES QUE CONVIVAN.
Esos cinco días en Madrid tuve la oportunidad de:
- Entrevistarme con personas que tomaban nota con pluma y papel y otras que registraban sus notas y explicaban proyectos con puntero y tablet, diseñando una presentación ipso facto.
- Emocionarme y reír con obras de arte y en el teatro y de asombrarme con un mapa emocional sobre mí, que hizo un robot a raíz de una lectura corporal de 20 segundos.
- Debatir con un gran amigo sobre la intencionalidad del arte y…
¿Esto es lo que dicen que serán capaces de hacer los robots? Yo de momento prefiero quedarme con la capacidad de convivencia entre la pluma y el puntero y sobre todo con esa exclusividad que tenemos para sentir emociones.
Dicen que de momento es una utopía, pero quién se imaginó que podríamos pisar varios continentes en un mismo día, mira que corrió Willy Fog para dar la vuelta al mundo en 80 días… hablar a cualquier hora con cualquier persona en cualquier parte del mundo y verla al mismo tiempo, tener acceso a toda la información que desees desde un teléfono que llevas en el bolsillo o comprar un producto que recogerás en una gasolinera en menos de 24 horas…
Lo que está claro que no debería ser una utopía es emplear la transformación digital para el beneficio social;
- Implantando en las empresas sistemas que mejoren la calidad del producto y sobre todo del equipo.
- Desarrollando programas de innovación social para eliminar desigualdades.
- Desarrollo de técnicas que mejoren la calidad de vida y la salud de la población.
- Desarrollando herramientas para beneficio medioambiental.
- Etc.
Dos semanas después de pasar por Madrid y tomar conciencia, me puse delante de 200 personas para trabajar marca personal, innovación social y storytelling.
Un cuerpo a cuerpo en 48 horas, sin Big Data y muy poca tecnología que resultó emocionante, gratificante y muy, muy productivo.
Recordé mis días en Madrid y dudé más aún, de la intencionalidad creativa, utópica aún, de la IA y sigo pensando que el cuerpo a cuerpo es lo que nos hace ser exclusiv@s, unic@s y autentic@s. En definitiva, lo que viene siendo sumar 😉 y para eso hace falta intención, emoción, creatividad, confiar y ahora también Big Data…
Como banda sonora os dejo uno de mis últimos descubrimientos el tema You&Me de Meute, me da muy buen rollo y no me imagino a ningún robot transmitiendo lo que esta pandilla hace en esta plaza de Berlín, vean el modo disfrutón del público.
Hasta la próxima gente guapa!!