El pasado fin de semana estuve en la ciudad del Califa con la madre que me parió, si aquella que me dijo que tenía unas alas tan grandes que ya únicamente podía volar, pues bien, durante todo el fin de semana he estado tropezando con el adverbio fijamente, escrito en las paredes de las callejuelas de Córdoba.
Fijamente, significa seguridad y firmeza pero también atención y cuidado
Desconozco la intención con la que ha sido escrita en colores llamativos y tan repetidamente en las fachadas de las casas típicas del centro de Córdoba, y lo he buscado que conste, pero para mí su significado, el momento en el que la leo y la persona que me acompañaba ha sido el nexo entre varias ideas que llevaban mucho tiempo rondando en mi cabeza pero que no terminaban de hilar. Cerrando el círculo y mientras leía las últimas páginas de un libro sobre el silencio, me reencuentro con el concepto de Homo Viator.
Concepto antropológico que expresa la esencia del viaje tal y como lo entiende el ser humano, como una búsqueda, un camino, una aventura hacia una meta…
Pues bien el resto de conceptos que acompañan esta entrada son trabajo colaborativo y trabajo cooperativo, aclarar que esta entrada tiene una segunda parte que espero publicar en un par de semanas, dicho esto vamos al lío.
Aquí la infografía de la semana pasada dedicada a ambos conceptos
Como base teórica de ambos conceptos está el Constructivismo Social de Vygotski, éste apuesta por la influencia de los contextos sociales y culturales en la apropiación del conocimiento y verdaderamente se ha escrito mucho más sobre aprendizaje colaborativo y cooperativo que sobre la versión laboral, pero
¿Qué es el trabajo al fin y al cabo, sino un proceso de aprendizaje?
Ya sabemos que no son similares pero tampoco excluyentes, pero, ¿Qué beneficios tiene? pues entre algunos de ellos se encuentran el fomento de:
- la creatividad.
- la inteligencia colectiva.
- el sentido de pertenencia y por ende, la implicación en la empresa.
- la asunción de responsabilidades.
- la mejora del clima laboral.
- el desarrollo de competencias profesionales.
- el aumento de la autoestima.
- etc.
No hablaría de esto si no lo hubiera puesto en práctica y experimentado sus beneficios, así que, doy fe de que trabajar colaborativa y cooperativamente, FUNCIONA.
Lo he vivido desde dos prismas y siempre siendo parte integrante y participante activa:
- Embarcándome en proyectos en los que la metodología de trabajo era colaborativa y cooperativa.
- Implantándolo en equipos y proyectos.
Debo reconocer que en el primer caso, no he experimentado negativamente proceso de adaptación alguno, será que soy tan consciente de lo encorsetada y limitada que había estado hasta entonces que entrar en una organización con esta filosofía, fue como salir en el patio del colegio. Sin embargo, en el segundo caso, hasta ahora siempre ha habido una fase de resistencia e incluso incredulidad… esa maldita zona de confort en la que nuestro lema es «más vale malo conocido que bueno por conocer» , la peor versión del adverbio «fijamente»
Entonces yo me pregunto ¿Homo Viator? Si, claro que si, aunque no deja se ser paradójico que en la era de la globalización, cuando más conexión tenemos y más facilidades para desplazarnos, haya una clara tendencia hacia el individualismo.
Pero el carácter social y colectivo, la curiosidad, el afán de evolución, progreso, consecución de metas y superación inherentes al ser humano, con el apoyo adecuado, impulsado por una persona experta en que provoca las condiciones óptimas y diseña una planificación estratégica, que se ajusta a la realidad y las necesidades de las personas con las que trabaja, será capaz de dar motivos y accionar, es decir, MOTIVAR y he aquí la mejor versión de nuestro adverbio «fijamente»
Aquí es cuando digo… TO BE CONTINUED… ya que en la próxima entrada hablaremos del siguiente paso, AGILISMO y HOLOGRACIA 😉